La última vez que dos equipos se habían enfrentado en el Monumental “José Fierro”, había un título profesional en juego. A principios de marzo, River llegó a Tucumán necesitando de un triunfo para intentar conseguir su estrella número 37 a nivel nacional. En el estadio sólo había hinchas de Atlético, pero estos bastaron para llenarlo y hacer de ese partido una noche para recordar. Quizás sí la covid-19 no hubiese existido, la hinchada “decana” igualmente lo hubiese recordado con el paso del tiempo porque el equipo se le plantó al subcampeón de América y le prohibió gritar campeón con el 1-1. Pero la realidad indica que sí hubo covid-19 (sigue habiendo), que derivó en una pandemia y que ese partido fue el último que se había jugado entre dos equipos en 25 de Mayo y Chile. Hasta ayer.
Ayer Atlético recibió a Central Cordoba de Santiago del Estero y, pese a que no había nada en juego, se sintió casi como si fuera un partido oficial. Era un amistoso de los tantos que se jugaron ayer en medio de la eterna pretemporada que llevan los equipos de la Liga Profesional, pensando en la reanudación de la competencia. Pero quizás el hecho de que haya pasado tanto tiempo sin que el equipo se mida con otro o que falte tan poco para volver a jugar un partido oficial, hizo que el de ayer parezca uno por los puntos.
Desde el vamos, el encuentro contó con televisación en vivo y en directo, a través de dos plataformas: el canal de YouTube de Atlético (ver nota aparte Atlético TV) y Canal 10 (televisión por aire).
A diferencia de los amistosos, los equipos salieron a la cancha con la vestimenta oficial de pies a cabeza. Camiseta titular para Atlético (la vieja, ya que a la nueva la estrenará en competencia) y la bordó suplente para el “Ferroviario”. Los tiempos fueron de 40 minutos y aquí quizás se vea la única diferencia con un partido oficial, pero teniendo en cuenta que los amistosos a esta altura de las pretemporadas se suelen jugar en tiempos de 30, este estuvo bastante cerca.
La ausencia total de hinchas es algo a lo que nos tendremos que acostumbrar en el fútbol oficial por más que la última referencia haya sido el Monumental repleto, intentando arruinarle el campeonato a River.
En el juego, Ricardo Zielinski puso un equipo que no se diferenciará mucho del que ponga para el debut oficial del equipo tras los siete meses de inactividad. Ya sea en la Liga Profesional o en la Copa Sudamericana. El elefante en la habitación de cualquier análisis que pueda hacerse del partido es justamente esa inactividad y la falta obvia de ritmo que afectó a Atlético y a todos los equipos de Primera.
Ahora bien, poniendo eso en la balanza y contabilizándolo para ambos equipos, el nivel de Atlético no fue malo. Defensivamente tuvo varios errores que le costaron sustos y los dos goles de Sebastián Ribas. Ofensivamente, fue otra la historia ya que pudo generar fútbol a través de sus intérpretes y una salvada heroica de Oscar Salomón ante Augusto Lotti y un tiro en el travesaño de Leonardo Heredia, podrían haber alterado el resultado. “Pupa” convirtió el empate transitorio dando cuenta de lo importante que fue la renovación de su contrato.
Incluso la cantidad de goles (más los que podrían haber sido) no es propia de amistosos en los que el 0-0 es fija y si hay un triunfador se lleva el juego con apenas un 1-0.
Un error de cálculo de Cristian Lucchetti en el primer gol de Central Córdoba sí que no se pareció a la competencia oficial, pero también puede ir a parar a la columna de las consecuencias de la inactividad.
El equipo buscó el empate como si se tratara de un partido por los puntos como para terminar de darle ese cariz a un duelo que terminó a favor de los santiagueños.
Los visitantes dirán que se pareció a un partido oficial porque Atlético sigue sin poder ganarles. Desde su reaparición en la B Nacional en 2015 (1-1 en Tucumán y 2-3 en Santiago), sumado al choque en Primera del año pasado (0-1 en agosto), ya son tres partidos sin triunfos para el “Decano” ante el “Ferroviario”.
Quizás sea la abstinencia o la necesidad imperiosa de sumar minutos de fútbol de calidad, pero la impresión fue esa: Atlético volvió a jugar en el Monumental y aunque fue un amistoso, se pareció bastante a un partido oficial.